Recent Major Beverage Trends’ Evolution

Tackling Beverage Stability by Measuring Ring Formation

Microtrac ofrece soluciones y productos que pueden ayudar a las empresas a alcanzar la máxima calidad. En concreto, la gama Turbiscan ofrece soluciones para desarrollar, optimizar y controlar la estabilidad, homogeneidad y vida útil de bebidas y refrescos.

Una de ellas es evaluar alternativas más saludables a los agentes espesantes para estabilizar las emulsiones de bebidas. Las bebidas terminadas, como los zumos de fruta, se elaboran diluyendo emulsiones concentradas con espesantes como el aceite vegetal bromado (BVO), lo que da lugar a diluciones muy inestables.

Al eliminar los clásicos espesantes, los fabricantes trabajan para detener el proceso de deterioro de las diluciones inestables, que crean la formación de un anillo alrededor del cuello del envase de la bebida, también conocido como cremado. El proceso de formación de anillo es un potente indicador de la estabilidad de las emulsiones de bebidas. Microtrac propone un método para evaluar la eficacia de un nuevo espesante natural y encontrar una concentración óptima que retrase el deterioro y la formación de anillo, mejorando la cinética de esta formación de anillo.

Para este artículo, nos centramos en el aceite vegetal y en los estudios de este espesante más saludable, que también dio como resultado un tamaño final de anillo comparable al del espesante BVO utilizado actualmente, lo que lo convierte en una alternativa eficaz y adecuada. Estos resultados de las mediciones con la tecnología Turbiscan SMLS ofrecen una solución para estabilizar las bebidas. El método propuesto por Microtrac ayuda a reducir en meses el tiempo necesario para evaluar la vida útil y los fenómenos (hasta 1.000 veces más rápido que cualquier método estándar).

Optimizing the clarification process of wine, soft drinks, and beer

La clarificación de bebidas como el vino y la cerveza también es fundamental para garantizar la calidad de la producción. En colaboración con el Instituto Francés de Investigación Vitivinícola, realizamos una evaluación comparativa de la eficacia de dos proteínas vegetales utilizadas para clarificar el vino tinto. Estos agentes clarificantes son esenciales para favorecer la sedimentación de partículas y reducir el número de ciclos de filtración necesarios para lograr el brillo y la estabilidad deseados de un vino. El estudio halló la proteína vegetal y la concentración óptimas para la clarificación del vino mediante la tecnología TURBISCAN, que permite cuantificar las tasas de migración y determinar la altura de la capa de sedimento. Aunque la leche y la leche vegetal no son un tema de este artículo, es importante señalar las diversas aplicaciones que la investigación sobre bebidas tiene en la industria y sus múltiples bebidas.

Esta evaluación no invasiva de la eficacia de las proteínas para la clarificación del vino es prometedora para los productores de vino de alta calidad, ya que demuestra que un agente clarificante de concentración media inicia antes la sedimentación y el espesor de la capa de sedimento es comparable al de un agente de alta concentración.

En cuanto a los refrescos, TURBISCAN funciona tanto con muestras concentradas como diluidas. Uno de los principales problemas de la formulación de refrescos son los "estabilizantes" disponibles para las bebidas de calidad alimentaria. Los dos estabilizantes principales, incluida la goma arábiga, son naturales y, por tanto, su composición depende de la calidad de la cosecha y del clima. A medida que avanza la innovación, se estudian alternativas, aunque éstas aún no han alcanzado la eficacia de la goma. Estamos trabajando para hacer frente a estos retos utilizando la tecnología y los métodos de investigación más modernos.

Las mejoras en la clarificación de las bebidas no se limitan al vino y los refrescos. Con la tecnología TURBISCAN, realizamos experimentos para comparar los efectos de la temperatura en la velocidad de clarificación del mosto, que es clave en el proceso de fabricación de la cerveza. El calor permite que las impurezas se coagulen en el mosto, un líquido dulce procedente de la malta. Los experimentos corroboraron la relación paralela entre el aumento de la tasa de clarificación y el aumento de la temperatura, un paso importante para determinar la velocidad de formación de sedimentos en la cerveza.